miércoles, 6 de febrero de 2013


LOS BRIC (trabajo)

Se emplea la sigla BRIC para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China. Todas estas naciones tienen en común una gran población (China e India por encima de los mil cien millones, Brasil y Rusia por encima de los ciento cuarenta millones), un enorme territorio, lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales y una gigantesca cantidad de recursos naturales. Presentan unas enormes cifras de crecimiento de su PIB y de participación en el comercio mundial en los últimos años, lo que además los hace atractivos como destino de inversiones. 

Brasil y Rusia juntos, constituyen los mayores surtidores de materiales y alimentos del mundo actual. Así el BRIC tiene el potencial de formar un bloque económico de enorme alcance con un estatus mayor que el del actual G8. Brasil es dominante en biodiversidad, mineral de hierro, etanol y en alimentos, mientras que Rusia tiene una potente industria de armamentos y enormes fuentes de petróleo y gas natural. 

Después del final de la guerra fría, (o aún antes), los gobiernos del BRIC llevaron a cabo reformas económicas o políticas encaminadas a permitir que sus países se incorporaran a la economía mundial. Para competir, estos países han fortalecido mucho la educación, la inversión extranjera directa, el consumo doméstico, la división de los ingresos y el espíritu de la empresa doméstica. Según un estudio, India y Brasil tienen el potencial de crecimiento más rápido entre los cuatro países de BRIC durante los próximos 30 o 50 años. Una razón importante para esto, es que la disminución de la población en edad de trabajar, sucederá mucha después en India y Brasil que en Rusia y China. 

Se estima que la participación de las economías de BRIC en el crecimiento económico mundial, se elevaría a partir de 20% en 2003 a más del 45% en 2025. También, su peso total en la economía mundial se elevaría a partir de aproximadamente 10% en 2004, a más de 30% en 2025.

Además, entre 2005 y 2015, más de 950 millones de personas en estos países, habrán cruzado el umbral del ingreso anual de 5000 dólares. En 2025, se calcula que aproximadamente 600 millones de personas en estas economías, tendrán ingresos anuales por encima de 25000 dólares. Por lo tanto, la recolección enorme en demanda, no estará restringida a las mercancías básicas, sino a mercancías de lujo. China e India primero, y una década más tarde Brasil, sobrepasará a los EE.UU. como el mercado de automóviles más grande del mundo. Los BRIC poseen en sí una alta densidad de población, que hace relativamente fácil obtener una abundancia agregada que eclipse el G6 a pesar de que siguen habiendo niveles de ingresos per cápita, por debajo de la media de los países industrializados. Este fenómeno, afectará también a los mercados mundiales, debido a que las corporaciones procurarán aprovecharse de los potenciales enormes que poseen los mercados en los BRIC, produciendo por ejemplo automóviles más baratos, y otras manufacturas al alcance de los consumidores dentro del BRIC, en lugar de modelos de lujo que generan la mayor parte de las ganancias a los fabricantes.

Las economías de los BRIC en conjunto, parecen estar resurgiendo de la crisis de crédito global, mejor que las principales economías. 

 

martes, 29 de enero de 2013



ANÁLISIS DEL CONTINENTE AFRICANO Y SU PERSPECTIVA DE FUTURO (Trabajo)

África sufrió un profundo estancamiento en todos los niveles, que duró gran parte de su historia post-colonial. Tras la emancipación de las colonias, lo más codiciado pasó a ser el petróleo, los diamantes y la minería en general; la carencia de buena tecnología y de medios de comunicación eficientes, dificultan la explotación de dichas materias primas. Pese a ello, el continente ha sido testigo de un resurgimiento del crecimiento, especialmente en el periodo 2002-2008, convirtiéndose en la segunda región de mayor crecimiento del mundo que, en 2010, agrupaba 10 de las 15 economías de más rápido crecimiento. Este resurgimiento no se limita a los países ricos en recursos, y está dando lugar a un creciente reconocimiento de África como un mercado emergente, y un polo potencial del crecimiento global.
      Desde el principio del nuevo milenio, África había mostrado un crecimiento económico sin precedentes en su propia historia. Cabe decir que los retos de África son mucho más amplios que el simple crecimiento económico, es más, pese a su crecimiento económico sigue siendo insignificante su participación en la economía mundial (con respecto al PIB mundial), por lo que hay mucho que mejorar desde el punto de vista estructural.  En esta última década de gran crecimiento africano, cabe señalar dos circunstancias relevantes, que ha hecho disminuir en cierta medida el crecimiento porcentual de África. El impulso africano se desaceleró en 2011, por la contracción de la actividad económica en el norte de África, producto de la inestabilidad política, además de los efectos persistentes indirectos 2007-2009 de la crisis financiera en los países desarrollados. Desde la crisis de 2008, el freno de las dinámicas de intercambios (de flujos de capital y comercial) se ha ralentizado significativamente, África ha perdido casi dos puntos porcentuales de su crecimiento (4,6 a 2,7); la ayuda oficial al desarrollo se ha estancado lejos del 0.7% solicitado por la Asamblea General de las NNUU (en 1980) y la inversión extranjera (no nacionalmente estratégica) como la que ha emprendido China en el continente, ha disminuido.
      La crisis del la zona Euro (producto de la crisis financiera) influye de forma negativa en África debido a que Europa ha sido tradicionalmente el destino mayoritario de las exportaciones africanas (el 36,2% en 2012), además de ser la fuente más habitual de demanda de créditos privados. Cabe decir que la Unión Europea es el organismo, que con diferencia, más ayuda económica aporta a África. Por otro lado, también es cierto que África lleva buscando desde el principio del milenio una diversificación de fuentes de financiación y mercados (lo que debería mitigar en parte la influencia de la crisis del Euro).
      El aumento de la inflación la cual ha sido generalizado desde el 2005, afectando a la gran mayoría de los países (desarrollados, en desarrollo y los países menos adelantados); tiene su lado positivo y su contrapartida. Hay que señalar que porcentualmente, la mayor inflación a golpeado a África sistemáticamente. De hecho, los datos muestran que África ha superado el 10% de tasa de inflación en los años 2008 y 2009. El lado "positivo" de la inflación en el continente africano, es que muchos países africanos han mantenido un fuerte impulso hacia el crecimiento a través del aumento del precio en las exportaciones del combustible y de las materias primas derivadas de la minería. La contrapartida es para los países que carecen de estos recursos estratégicos para el crecimiento, como el combustible, y del bien imprescindible para la supervivencia de la población que son los alimentos. Muchos países africanos presentan una dependencia de productos básicos de terceros países, comprometiendo su balanza de pagos para hacer frente a sus importaciones. Cabe decir, que en una economía mundial abierta, da lugar a una cierta tendencia natural a los cambios en las corrientes y flujos del dinero; esto se explica tan simplemente como que el inversor tiende a movilizar su dinero en función de las expectativas de ganancia y siempre que estos movimientos no le supongan un gasto superior a las expectativas futuras. Estos desbalances son especialmente dañinos para países de bajos ingresos, especialmente en períodos como el presente en el que la volatilidad de capital aumenta significativamente, porque de ellos dependen los productos básicos alimenticios y las infraestructuras para crecer. Un ejemplo claro, es que a partir de  la crisis de 2008, una gran parte de los inversores (y especuladores internacionales) han buscado refugio en activos seguros (como son por lo general los alimentos y la energía), lo cual ha aumentado sin duda artificialmente el precio de estos productos.
       Por consiguiente, África se ve afectada por la crisis de la deuda en la Unión Europea y el deterioro posterior en el entorno económico mundial en varios frentes, en particular a través de los flujos de comerciales y de capital. Sin embargo, África está a punto de superar tales riesgos e incertidumbres. Durante más de una década, el continente ha profundizado fuentes de crecimiento domésticas, y ha fortalecido tanto el comercio interno como el comercio con las economías de más rápido crecimiento (Asia y América Latina) fuera de Europa. Esto ayudaría a África a mitigar el impacto en el crecimiento de un posible descenso en el comercio con la eurozona (como hemos señalado más arriba).
      A pesar de la aceleración del crecimiento económico en África a lo largo de la última década, sin embargo, el bienestar de los africanos en general no mejoró. Los indicadores sociales señalan que sólo ha mejorado modestamente. Hay un gran desempleo juvenil, y la desigualdad en cuanto ingresos se ha ampliado; más del 50% de la población viven con menos de un dólar al día.  Esta desconexión entre el crecimiento y el bienestar social requiere acciones políticas en muchos frentes.
      África, en última instancia, decide su propio destino social y económico. Su auge económico es probable que se siga dando dentro de un contexto de alto desempleo y una economía mundial vulnerable. Lo ideal sería que se diera una equidad en la distribución de los frutos del crecimiento, para reducir el desempleo y para resolver la inflación en la alimentación. Todas estas cuestiones para llevarlas a cabo, requiere de un buen diseño de política macroeconómica estructural y social.
África debe de no malgastar los recursos (conseguidos, producto del aumento del precio en la exportación de los productos básicos), y utilizarlos para transformar estructuralmente la sociedad africana, de tal manera que la economía crezca en paralelo con la sociedad progresiva. Si se realizan cambios estructurales que beneficien a las capas más llanas de la sociedad (carreteras, hospitales, educación...), los beneficios a nivel macroeconómico se verán con el tiempo. Por tanto, el desarrollo económico sin el social se plantea imposible. Se hace necesario una reforma fiscal, en la que se establezca un sistema de impuestos formal que pueda cubrir todas las tasas de ahorro y de inversión de cada país, de tal manera que las prestaciones para el desarrollo sean menos costosas por su elevado tipo de interés; los políticos africanos deberían de establecer políticas más estratégicas y competitivas, frente a las grandes multinacionales y estados que les ofrecen invertir en su país a bajo coste; por tanto se hace necesario una política de negociaciones, es decir, si las corporaciones quieren llevar a cabo una inversión en África, el beneficio de dicha inversión tiene que favorecer de forma equilibrada a los dos frentes (la corporación y el pueblo africano).
      África es un continente que ha crecido y sigue creciendo económicamente, por una serie de mejoras tanto económicas como sociales, pero aún le queda mucho terreno por avanzar. Es un continente que consiguió su independencia política pero hasta ahora carece de autonomía política; ya que sus recursos estratégicos y realmente importantes para el funcionamiento de la economía del mundo, está bajo las grandes corporaciones que son las que dominan al fin y al cabo el continente y de forma indirecta la política de África. África es un continente con muchos recursos y si se llevara una política de negociación con las corporaciones interesadas en obtener dichos recursos a un coste mínimo, sería beneficioso para el pueblo africano que es el que más sufre, no la burocracia política africana que son de alguna forma aliados (clientes) de los Estados desarrolladas y de las corporaciones originarias de dichos Estados. África es similar a la historia de América Latina en dos puntos en concreto: uno es que ambos, han sido colonizados por las grandes potencias del momento y el segundo punto es que nunca dejaron de ser colonia de estas grandes potencias pese a su "independencia". Si eres una región rica en recursos, sobre todo si estos son fundamental para el crecimiento económico (petróleo, coltán), corres el riesgo de ser colonizado por alguna potencia. África es un continente rico, pese a que en ciertas regiones sufren de carencias alimenticias a causa del clima (en la zona del Sahel); Si se efectuara una buena gestión macroeconómico, el pueblo africano sería el beneficiario directo. África es un continente (valga la redundancia) con muchos recursos, y si hubiera una voluntad no sólo de las autoridades africanas si no también apoyado fuertemente por NN.UU., se podría efectuar una redistribución de las riquezas y financiar un cambio en la estructura socio-económica del continente.
      África a nuestro pesar, seguirá creciendo que es lo positivo del asunto, pero seguirá habiendo cientos de millones de africanos que vivan con menos de un dólar al día; es más crecerá la desigualdad entre los más ricos y los más pobres. Y no hay que olvidar la famosa deuda externa que sigue sin condonarse. Hay mucho por hacer en continentes tan humillados históricamente como África (el pueblo africano).  
Libro 1984 (George Orwell)

La novela es un reflejo de las prácticas del Comunismo y del Fascismo, además de las experiencias del autor en la Guerra Civil Española.
En la novela, se contextualiza en una futura Londres la cual forma parte del Imperio de Oceanía; dicha sociedad se encuentra dividida en tres grupos: Los miembros "externos" del Partido Único, los del círculo interior del partido, y una masa de gente marginada que vive atemorizada y aislada de la política (los proles). 
Los miembros "externos" conforman la burocracia del aparato estatal (por eso hay una estrecha necesidad de vigilarlos), vive sometidos a un control asfixiante y a una propaganda alienante que los desmoraliza e impiden que piensen críticamente. El estado suprime todo derecho, con el riesgo de perder la vida si no demuestran suficiente fidelidad a la causa nacional. Se organizan manifestaciones donde se requiere la participación activa de los miembros, gritando consignas favorables al partido y vociferando contra los supuestos traidores dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. 
Como señalé arriba, la novela es una descripción analítica de los regímenes totalitarios, en particular del régimen Stalinista. El gran dictador del Imperio de Oceanía (Gran Hermano) es una alusión inequívoca a Stalin. Además se ridiculiza el derrotero político de éste ante la agresión nazi en la Segunda Guerra Mundial: Stalin pasó de ser aliado de Hitler, a ser su mayor enemigo. 
El personaje principal de la novela es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad (uno de los cuatro ministerios que hay). Su cometido es reescribir la historia, ironizando así el ideal declarado en el nombre del Ministerio. Dicho Ministerio se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado. Winston Smith, vive en Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres superpotencias. El personaje principal vive en Oceanía donde impera el Ingsoc, acrónimo inglés para "socialismo inglés". Oceanía comprende Reino Unido, Irlanda, toda América, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África.
El Gran Hermano es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive, en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos del cada individuo (telepantallas).
El Partido es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a excepción de los "proles", que con todo, constituyen la inmensa mayoría de la población. Estos últimos están mantenidos en la miseria, pero se les entretiene de diversas formas por parte del Partido para preservar los contentos en su situación.
Winston Smith se va volviendo consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo, son sólo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y descubre la falsedad intencionada de todas las informaciones procedentes del Partido Único. En su ansia de evadir la omnipresente vigilancia del Gran Hermano, encuentra el amor de una joven rebelde Julia, también desengañada del sistema político; ambos encarnan así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila así misma.

lunes, 17 de diciembre de 2012


PAUL M. SWEEZY. CAPITALISMO Y GLOBALIZACIÓN

Es posible crear un nexo de unión entre la economía y las relaciones sociales, y esto es algo que se puede observar en numerosos autores que han aportado su teoría ofreciendo diferentes definiciones acerca de la relación entre ambos conceptos.
El ejemplo más claro de la relación economía-sociedad de la que estamos hablando  es el que se da en la aplicación del concepto salario, que se ha sacado del lenguaje coloquial para agregarlo al económico, dándole un significado de productividad marginal del trabajo.

I.El Método de Marx

Este capitulo desarrolla de manera esquemática el planteamiento de la teoría económica de Marx. Para empezar, nos relata los aportes metodológicos que nos aportó Marx a través de su teoría. Para Sweezy, es importante destacar respecto a este aspecto su método de las “aproximaciones sucesivas”.
Este consistía, básicamente, en pasar de lo más abstracto a lo mas concreto, es decir, se debe destacar qué es lo esencial para poder realizar de manera eficaz un análisis, a través de la formulación de hipótesis, de manera que se hace posible profundizar en ellas y comprobar, del mismo modo, los resultados con los datos que nos da la experiencia. 

Marx realizó sus investigaciones haciendo hincapié en la sociedad en su conjunto, sobre todo en el proceso del cambio social, y da como punto esencial los movimientos del modo de producción. En este sentido, las luchas y conflictos de clase eran las principales relaciones económicas existentes. Es por ello que Marx aísla y analiza estos elementos a través del ya mencionado método de abstracción.
 La relación económica más importantes es la existente entre los capitalistas, por un lado, y los obreros, por otro; debido a que la relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción. 
Marx advierte que esta es una relación de cambio: el capitalista compra la fuerza de trabajo al obrero y éste recibe del capitalista dinero con el cual adquiere lo necesario para vivir. Por otro lado, el método de Marx es principalmente histórico, ya que creía que el proceso de cambio social no era mecánico sino que se suponía que era el producto de la acción humana.

II.El problema del valor cualitativo
Cuando queremos explicar el motivo por el cual se produce el cambio, la respuesta se encuentra en el concepto de mercancía. La producción de mercancías se entiende como una de las posibles formas de la vida económica que domina la edad moderna. 
Fundamentalmente, el argumento expuesto en este capítulo se basa en que las tareas de la economía política no son sólo cuantitativas (relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías), sino también cualitativas (carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía). Ambos elementos están incluidos en la teoría del valor de Marx:

-Valor de uso: Toda mercancía tiene dos aspectos: el del valor de uso y el del valor de cambio. El primero expresa la relación entre consumidor y objeto consumido
-Valor de cambio: Es una relación cuantitativa entre cosas o entre mercancías. El trabajo tiene un carácter social por el acto de cambio, es decir, el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales que trabajan en una sociedad basada en la división del trabajo.
-Trabajo y valor: el trabajo tiene dos aspectos: uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce. Todo trabajo es un gasto de fuerza humana y en su carácter de trabajo crea y forma los valores de las mercancías.
-Trabajo abstracto: el trabajo abstracto es el “trabajo en general”, es lo común a toda actividad humana productiva, la suma de las diferentes clases de trabajo. Esta es una abstracción que pertenece a la esencia del capitalismo, debido a la gran movilidad de trabajo que existe en la sociedad capitalista.
-Relación entre lo cuantitativo y lo cualitativo en la teoría del valor: El trabajo abstracto es la sustancia del valor. Todas las mercancías son valores y trabajo abstracto materializado (absorben una parte del total de la fuerza de trabajo disponible de la sociedad): el trabajo abstracto se puede medir en unidades de tiempo, así, el valor es el resultado de la conexión que existe entre un artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiera para producirlo (tarea centra de la teoría del valor cuantitativo).
-El carácter fetichista de las mercancías: el origen del carácter fetichista de las mercancías es el carácter social del trabajo que produce esas mercancías. Éste solo aparece en el acto del cambio. Con el capitalismo se produce la materialización de las relaciones sociales y la impersonalización de las relaciones productivas, es decir, el productor individual sólo se relaciona con los demás a través del “mercado”, donde los precios y las cantidades vendidas son las realidades sustanciales y los individuos sólo son sus instrumentos. Es un estado de sociedad en el cual el proceso de producción domina al hombre.

III.El problema del valor cuantitativo
En toda sociedad es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que estos productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia es el modo de organizar. Las mercancías se cambian unas por otras en el mercado.
El trabajo más calificado que el trabajo medio o “simple”, debe tener una mayor capacidad de producir valor.
Las mercancías acentúan el problema del valor cualitativo. Éstas se cambian unas por otras en proporción a la cantidad de trabajo necesario incorporada en cada uno.
Respecto al papel de la competencia, es natural que el producto de dos días o dos horas de trabajo valga el doble del producto de un día o de una hora.
No se puede prescindir de la pauta de las necesidades del consumidor cuando pensamos en las tareas de la teoría del valor cuantitativo. Si los medios de subsistencia fueron más baratos, los salarios en dinero más altos, los trabajadores comprarían más y se pondría de manifiesto una mayor demanda social.
Los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción.
Lo que Marx llamaba la “ley del valor” regula:
-Las proporciones del cambio de mercancías.
-La cantidad producida de una y otra.
-La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de producción.
-La ley de valor es desarrollada con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada más tarde al capitalismo.
La introducción de elementos de monopolio dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio.
El control de la oferta por el monopolista, le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Las relaciones cuantitativas son perturbadas por el monopolio, pero las relaciones cualitativas no.
El monopolio no altera las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías, es decir podemos seguir midiendo y comparando mercancías en unidades de tiempo.

IV.Plusvalía y capitalismo
El capitalismo implica la producción de mercancías, pero la producción de mercancías no implica necesariamente el capitalismo.
Bajo la producción simple de mercancías cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción. Bajo el capitalismo, la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías y por lo tanto portadores de valor de cambio.
En la producción simple de mercancías, empieza con mercancías, las convierte en dinero y de ahí una vez más, en mercancías (M-D-M).
En el capitalismo, el capitalista se presenta en le mercado con dinero, compra mercancías y luego vuelve al mercado con un producto que convierte de nuevo en dinero (D-M-D).


 El poseedor del dinero se convierte en capitalista. La fuerza del trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía.
El capitalista llega al mercado con dinero y compra máquinas, materiales y fuerza de trabajo. Los combina después en un proceso de producción del que resulta un volumen de mercancías que son lanzadas nuevamente al mercado. Al final tiene más dinero que cuando empezó.
Cada industria y todas las empresas dentro de cada industria deben emplear exactamente la cantidad de trabajo que sea socialmente necesaria en las circunstancias existentes. Los obreros se trasladan de las zonas de salarios bajos a los de salarios altos, y los productores procuran servirse de los métodos técnicos más avanzadas.
De la fórmula c+v+p se deriva una medida de la relación del capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción, Marx llama a esto composición orgánica del capital.
Composición orgánica del capital c/ (c+v)=o. El trabajo es provisto de materiales, instrumentos, maquinaria. La proporción crucial es la tasa de ganancia, la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital. p/ (c+v)= g

En cuanto a los factores que determinan la tasa de la ganancia es fácil demostrar que son idénticos a los factores que determinan la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital .También se supone la igualdad entre industrias y empresas.
Entonces si las tasas de plusvalía como las tasas de ganancia son iguales en todas partes, si el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe tener también la misma en todas partes.

V.La acumulación y el ejercicio de reserva

1. La reproducción simple
Para que un sistema capitalista funcione correctamente, tiene que ser igual año tras año. Marx tiene un plan para poder explicar el sistema capitalista, viene dado por la influencia que tiene de Quesnay, de su obra Tableau économique; la versión mejorada de Marx, la llamara Reproducción simple.
La Reproducción simple consiste en que en un sistema capitalista, no debe variar sus dimensiones y sus diversas partes tengan iguales proporciones. Para que ocurra esto, se deben cumplir unos ciertos requisitos, los capitalistas restituyan cada año el capital usado o gastado y dediquen toda la plusvalía en el consumo; y que los obreros desembolsen todo su salario en el consumo.
En este plan, debe haber siempre un equilibrio entre la demanda y oferta; donde se estudiara la producción, dividida en medios de producción y artículos de consumo; y, el ingreso, dividido a su vez en, ingreso del capitalista en medios de producción y el que gasta en consumo (plusvalía), y el ingreso del trabajador (salario).

2. Las raíces de la acumulación
La reproducción simple, es un buen plan, pero para un capitalista, no es suficiente, por lo tanto, debe invertir la mayoría de las veces, un gran porcentaje de su plusvalía (como capital adicional), para que se de un proceso de acumulación de capital, que es la parte fundamental para el desarrollo capitalista.
Para el capitalista la acumulación de valores, es muy importante, ya no sólo porque ostenta más poder, prestigio económico, sino también social. La acumulación de capital y seres humanos a los que explotar, es más valioso socialmente que el que tiene poco. Según Marx, así el capitalista aumenta su poder.
Un capitalista debe renovar constantemente sus medios de producción y por ello, debe tener una acumulación progresiva de capital, para no perderlo.
De todas maneras, el deseo de acumulación de capital, no descarta el aumento del consumo. Marx dice que tanto en la acumulación como en el consumo, conlleva unos placeres para el capitalista, y por lo tanto, no hay que abstenerse de hacerlo.

3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del problema.
Para Marx, además de la reproducción simple, tenemos que tener en cuenta la reproducción ampliada, la diferencia está en que aquí, se toma en cuenta, la acumulación. Lo que nos lleva a, que se aumente la demanda de fuerza de trabajo.
En la primera, se tiene en cuenta, que la fuerza de trabajo se vendía a su justo valor, pero en la segunda, los salarios ya no son proporcionales al valor de la fuerza de trabajo.
Existe una diferencia significativa, en lo que se refiere al salario que cobra el obrero por su trabajo y el precio final de un producto en el mercado, de aquí depende la plusvalía.

4. La solución de Marx: el ejército de reserva de trabajo
Marx sabía que los salarios tendían a subir cuando interviniera la acumulación de capital. Lo que se plantea es que hace que los salarios se congelen, para que la plusvalía y la acumulación sean lo importante en la producción capitalista; la solución que da, es un “ejército de reserva de trabajo”, es decir, mano de obra que se contrate cuando sea necesario, que exista competencia para que los salarios no suban demasiado.
El capitalista, introduce maquinaria para economizar, la consecuencia es el desempleo, y la bajada de salarios porque hay excedente de mano de obra.
Cuando hay un exceso de acumulación, puede dar lugar a una nueva industria, por lo que el ejército de reserva de trabajo, disminuirá, así los salarios subirán, pero la plusvalía se reducirá. Esto conlleva un ciclo hasta que los salarios vuelvan a disminuir.

5. La naturaleza del proceso capitalista
Marx rechazo siempre la teoría de Malthus, planteo que la introducción de maquinaria y del ejército de reserva (cambios en los procesos de producción), eran el motivo para que la plusvalía sobreviviera y los capitalistas como clase. Además, no sólo se produjeron cambios en la industria, sino también, a nivel de la sociedad.

VI.La tendencia descendente de la tasa de la ganancia

1. La formulación de la ley por Marx.
La acumulación del capital va acompañada por una mecanización progresiva del proceso de producción. La productividad del trabajo crece de continuo; la composición orgánica del capital exhibe también un curso ascendente sostenido de esto Marx derivo su Ley de la tendencia de la tasa de la ganancia.
La tasa de la ganancia puede expresarse en términos de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital.
Demostraba que ciertos obstáculos internos se oponían al desarrollo indefinido de la producción capitalista. Por una parte, una composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo, por otra la tasa ascendente de la ganancia tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista.

2. Las causas contrarrestantes:
Marx enumera seis causas que anulan la ley general de la tasa descendente de la ganancia dejándole solo el carácter de una tendencia, aun que la sexta se relaciona con la manera de calcularla y no la analizamos. Las otras cinco son clasificadas según el efecto sea mantener baja la composición orgánica o elevar la tasa de plusvalía:
1) Abaratamiento de los elementos del capital constante: El uso creciente de maquinaria, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad del capital constante, el valor del capital constante no puede crecer en la misma proporción que su volumen material, que pone en movimiento la misma cantidad de fuerza de trabajo.
Un aumento dado en la composición orgánica de capital, haciendo bajar el valor del capital constante, actúa en cierta medida como su propio correctivo, llegado hasta el punto de anular totalmente el aumento inicial.
2) Aumento de la intensidad de explotación: Prolongación de la jornada de trabajo, acelerar y estirar. Eleva directamente la tasa de la plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario. El efecto es elevar la tasa de la ganancia en relación con lo que en otras circunstancias hubiera sido.
Son más bien recursos adaptados por los capitalistas para compensar una tasa descendente de la ganancia siempre y cuando sean practicables.
3) Depresión de los salarios más debajo de su valor: La practica de reducción de salarios cada vez que los capitalistas pueden, se apoyan en todos los precios y salarios están determinados por el mercado y rechaza una política de salarios agresiva por parte de los capitalistas.
4) Sobrepoblación relativa: El uso creciente de maquinaria, que en si mismo significa una más alta composición orgánica del capital, deja libres a cierto numero de trabajadores y crea así la sobrepoblación relativa, esto conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y la tasa de ganancia relativamente alta, hacen subir la tasa de la ganancia general.
5) Comercio exterior: El comercio exterior hace posible adquirir materias primas más baratas que si se produjeran en el país. El comercio exterior abarata los elementos del capital constante y tiende a elevar la tasa de la ganancia elevando la tasa de plusvalía y reduciendo el valor del capital constante.

3. Una critica de la ley:
¿Se justifica, sin embargo, el suponer al mismo tiempo una tasa constante de la plusvalía? Una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo. Si la tasa de la plusvalía permanece invariable esto significa que tiene lugar una elevación de los salarios reales, exactamente proporcional al aumento en la productividad del trabajo.
Supongamos que se duplica, la productividad acrecentada del trabajo del obrero beneficia a éste en igual grado que al capitalista. Puede no haber ninguna objeción lógica a la suposición que conduce a este resultado, hay, sin embargo, razones para dudar que sea correcta.
Hasta aquí todo nuestro análisis nos conduce a esperar una tasa ascendente de la plusvalía. La productividad del trabajo acrecentada es la creación de un ejercito industrial de reserva, que ejerce una influencia deprimente de los salarios y tiende a elevarla tasa de plusvalía.
Esto difícilmente se justifica la suposición de Marx de una tasa constante de la plusvalía coexistiendo con una composición orgánica ascendente del capital.
Si se supone que tanto la composición orgánica del capital como la tasa de la plusvalía son variables, la dirección en que la tasa de la ganancia cambiará se hace indeterminada.
La tasa de la ganancia bajará si el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.
¿Es licito suponer que los cambios en la composición orgánica del capital será, relativamente, tan superiores a los cambios en la tasa de la plusvalía que los primeros dominaran los movimientos en la tasa de la ganancia? Podría justificar el considerar los cambios en la tasa de la plusvalía como una causa contrarrestante.
La composición orgánica del capital es una expresión de valor; maquinaria y materiales por el obrero no debe considerarse como un índice del cambio en la composición orgánica del capital. La rapidez del crecimiento de la composición orgánica del capital parece ser considerablemente exagerada.
Esto no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa de la ganancia a descender.
Marx y teóricos han considerado una tendencia descendente a la tasa de la ganancia como un rasgo básico del capitalismo. Lo único que ha querido el autor en el texto poner de manifiesto, es que no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de la ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente del capital.
La acumulación de capital, actúa para aumentar la demanda de salarios.
Si los demás factores no cambian, tal elevación de los salarios conduce a una reducción en la tasa de la plusvalía, y esto, a su vez, se expresa en un descenso en la tasa de la ganancia.
Los capitalistas mediante la introducción de la maquinaria y otros recursos para economizar trabajo, procuran mantener la tasa de la ganancia en su nivel anterior y aun elevarla por encima de el. Es aquí donde la composición orgánica ascendente del capital entra en el cuadro.
El aumento en la composición orgánica del capital tendera a restablecer la tasa de plusvalía, y en esta forma, a acrecentar el volumen de la plusvalía más allá de lo que este hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital. Por lo tanto, si el efecto es el de deprimir mas aun la tasa de ganancia, los actos de los capitalistas al elevar la composición orgánica del capital no carecen de cierta justificación objetiva desde el punto de vista de la clase capitalista en su conjunto.
Los capitalistas sufren siempre la tentación de intentar un aumento de la tasa de la plusvalía por este medio, y no parece muy dudoso que el contrapeso que resulta ala tendencia descendente de la tasa de la ganancia sea continuo y pueda ser a veces importante.
Antes de abandonar el tema de los movimientos en la tasa de la ganancia, existen otras fuerzas que pueden ser clasificadas en aquellas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia y aquellas que tienden a elevarla: las que tienden a deprimirla son:

Sindicatos:  Combatiendo la tendencia descendente de la tasa de la ganancia, los capitalistas están empeñados en tratar de hacer caer los salarios. Su aliado es el ejercito industrial de reserva: Si la competencia del ejercito industrial de reserva en el mercado de trabajo pudiese actuar sin estorbo, los ingresos reales de los obreros podrían ser mantenidos en un bajo nivel de subsistencia, recibiendo una participación, los capitalistas, mas grande en el valor de la producción total, a la vez que todo el aumento en el ingreso real. Así el ejército de reserva es el obstáculo más importante que impide a los trabajadores participar de las ventajas del desarrollo industrial. Para vencer este obstáculo los obreros se agrupan en sindicatos, asegurándose, el control de la oferta de fuerza de trabajo. Los sindicatos ejercen una influencia deprimente sobre la tasa de la ganancia.

 Acción del Estado de beneficio de los trabajadores:
Por ejemplo: la limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro contra el desempleo y la legislación destinada a salvaguardar el derecho de contratación colectiva. La primera reduce la tasa de plusvalía, la segunda y la tercera ayudan bastante a los trabajadores en sus esfuerzos por mantener los niveles del salario. Tienden en su mayor parte, es evidente, a deprimir la tasa de la ganancia.

Organizaciones patronales: Estas actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo, ejercen una influencia ascendente en la tasa de la ganancia.

 Exportación del capital: Actúa para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo domestico, e impide que la acumulación tenga todo su efecto depresivo de la tasa de la ganancia.

Formación de monopolios: Los capitalistas individuales crean monopolios con la esperanza de mejorar su propia tasa de la ganancia. El resultado puede ser una elevación de la tasa de la ganancia general.

Acción del Estado en beneficio del capital: Un ejemplo las tarifas protectoras. Pueden tener el efecto de elevar la tasa de la ganancia general, resultado total es complejo.

La opinión marxista: los movimientos en la tasa de la ganancia dominan finalmente el funcionamiento del sistema capitalista.

VIII. La naturaleza de las crisis capitalistas

Mientras existía la economía de trueque la transacción era simple: M-M, es decir, mercancía a cambio de mercancía. Con la aparición del dinero y la producción de mercancías desarrolladas, la forma de cambio se convierte en M-D-M, es decir, mercancía que se vende por dinero y dinero que compra mercancía. En esta transacción la función que cumple el dinero es la de “dividir el acto del cambio en dos partes que pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio”. Así, “un productor no necesita buscar a alguien que tenga lo que él necesita y que, al mismo tiempo, necesite lo que él tiene”, sino que puede comprar en un tiempo y vender en otro distinto a ése o a otro productor.

En el sistema capitalista esta relación se convierte en D-M-D´, es decir, un inversor pone dinero en circulación comprando mercancía o fuerza de trabajo (Capital trabajo), transforma esa materia en producto que lanza al mercado y recupera la inversión inicial más su plusvalía. Con este dinero (D´) puede hacer dos cosas: 1) relanzarlo de nuevo al mercado repitiendo el proceso y aumentando cada vez más sus ganancias o, 2) retirarlo y guardárselo para sí. Si la mayoría de los inversores tomaran la segunda opción, sería motivo de crisis en el sistema.
Los capitalistas no miden D´ en valores absolutos, sino la tasa de ganancia que generan, esto es, la fracción de ΔD partido por D. La tasa de la ganancia puede disminuir de dos formas: a) que desaparezca o se vuelva negativa, lo que producirá la retirada del capital por parte de los capitalistas generando crisis; b) que disminuya por debajo de los niveles estimados como ordinarios, lo que provocará un descenso de las operaciones de los capitalistas. En este caso pueden ocurrir dos cosas: 1) que la inversión, si se realiza en una sola industria, se traslade a otra, o 2) que la crisis se produzca en una mayoría de industrias a la vez y, o bien se espera a que la tasa de la ganancia recupere sus niveles ordinarios o a que se fije un nuevo nivel que se adecue a la situación.
En cualquier caso, es suficiente con que la tasa de ganancia disminuya para que se produzca una crisis en el sistema capitalista.
Por otro lado, “la acumulación de capital lleva consigo una tendencia de la tasa de la ganancia a descender” basada en la suposición de que todas las mercancías se vendan en sus valores de equilibrio. Si esto ocurre con una sola mercancía, su precio en el mercado estará por debajo de su valor y la ganancia disminuye o desaparece. Pero si ocurre en muchas industrias a la vez, la tasa general de la ganancia baja produciendo una crisis que, o bien, produce movimientos en la plusvalía (pérdida del valor), o bien, la inversión no sale rentable.

Aunque estos argumentos explican las relaciones causales de las crisis capitalistas, no engloba a todas, ya que, dado el entramado de relaciones en una transacción sería muy complicado dar una explicación universal; habría que estudiar cada caso y valorar cuál de las posibles causas se ajusta al modelo en cuestión.


martes, 13 de noviembre de 2012

Depresión en la Eurozona. Cómo restaurar la demanda agregada en países como Grecia y España, sin crear nuevas burbujas (Yanis Varoufakis- resumen)


Lo que necesitamos es erradicar, no sólo los síntomas de la crisis, sino también sus causas subyacentes. Necesitamos un New Deal inteligentemente diseñado para Europa, con el Banco Europeo de Inversión a la cabeza. 

Yanis Varoufakis, principal asesor económico de Syriza, el partido de izquierda griega, propone un plan realista y excelentemente argumentado para Grecia, para España y para el conjunto de la Eurozona. 
El problema que presenta toda la crisis es que elimina el tipo de escasez que contribuye a que funcionen propiamente dos mercados cruciales (el mercado de trabajo y el mercado de dinero/capital) y lo sustituye por otro tipo de escasez que causa el colapso de esos dos mercados: la escasez grave de demanda agregada.  Es lo que está ocurriendo ahora, en países como Grecia y España. 

Una vez en las garras de la escasez de demanda, una macroeconomía entra en una depresión. Las reducciones salariales generan paro y que los tipos de interés cero no consiguen ya estimular la inversión. Si el gobierno introduce la austeridad y apoya el poder de negociar de los empresarios para reducir los salarios, el resultado es una ulterior reducción de la demanda agregada y una profundización de la recesión. Esa macroeconomía podría tener la suerte de escapar a la depresión, si se cumpliera una de estas dos condiciones:

(a) el ambiente exterior es boyante, lo que ayuda a la economía a incrementar la demanda de sus exportaciones; y/o
(b) comienza a hincharse alguna burbuja (por ejemplo, en los mercados financieros y en los bienes raíces) que dispara el consumo, el cual, impulsa la inversión y, a la postre, restaura la demanda.
Un buen ejemplo de (a) fue el Canadá de los 90. En lo que hace a (b), no se me ocurre mejor ejemplo que el llamado "modelo anglosajón", es decir, el modo en que, bajo la cobertura ideológica del sin sentido neoliberal, el Reino Unido y los EEUU salieron de la recesión de 1979-82 por la vía de cultivar burbujas masivas en sus mercados inmobiliarios y financieros. 

No todas las caídas de la demanda agregada inducen una depresión. Alzas y bajas de la demanda agregada forman parte de un ciclo económico normal. Lo que convierte una recesión en una depresión, sucede cuando se han hinchado grandes burbujas en los mercados financieros e inmobiliarios (burbujas que siempre van de la mano), causando la entrada de flujos masivos de capital en una economía y, luego, en la cúspide del desarrollo económico que han alimentado, estallando. Desaparecidas las burbujas, lo que de repente queda es un enorme sobreendeudamiento. 
LLegados a este punto, el gobierno busca poner cotos a sus acrecidos déficits por la vía de la austeridad, el desapalancamiento seca el crédito, las empresas colapsan, las empresas colapsan, la confianza se funde, se dispara el desempleo, y entra en erupción una triple crisis -deuda/deflación/quiebra bancaria- que lleva a la depresión. 

En el caso de las economías deprimidas de la Eurozona, son incapaces de devaluar sus monedas, y privados de un prestamista de último recurso, países como Grecia y España están atrapados en una imposible trampa mortal. Con un BCE dispuesto a asegurarse de que ningún banco morirá nunca, por enfermo que pudiera estar, una red mortiviviente, de muy distintos sistemas bancarios se mantiene "en vida" sin, no obstante, disponer de la menor capacidad para cumplir con sus deberes bancarios normales. Forzados periódicamente a recapitalizar esos bancos zombies (a los que el BCE no ofrece sino liquidez) los soberanos de la Eurozona se ven atados. Cuanto más tratan de resucitar a los bancos para dar una hilo de vida a las enpresas, tanto más se hunden en la insolvencia. Un hecho, éste, que los mercados conocen (por lo que desisten de prestar a esos bancos) y que los depositantes locales temen (por lo que trasladan su dinero al exterior). Así los circuitos de crédito mueren con unos bancos reducidos a la única función de canalizar todo capital que sigue en esos países dejados de la mano de dios hacia los países superavitarios. El hecho de que los países superavitarios estén ahora mismo experimentando tasas de interés sin ejemplo histórico, por lo inusitadamente bajas -cortesía de la fuga de capitales desde las desventuradas naciones deficitarias-, reduce los incentivos de los políticos de los países superavitarios para actuar en ayuda de las naciones deprimidas y sacarlas de la trampa mortal. 
La demanda agregada es la suma de G+I+(X-M), en la que G es el gasto público, I es la inversión y X-M es la exportación neta. Para países como Grecia y España, las condicionalidades de la Troika abaten G, y el colapso de los circuitos de crédito, garantizan que I será negativa. El único estímulo viene de X´M, puesto que M (importaciones) caen en picado y las empresas que todavía producen algo salen fuera en busca de clientes. La demanda agregada están por los suelos en nuestros países. 
La cuestión es: ¿cómo se consigue restaurar la demanda agregada, sin reconstruir las burbujas que, al estallar, originaron el problema?

Para conseguirlo, Europa necesita tres cosas:

1. Restaurar circuitos de crédito: El pánico en los países deficitarios no se frenará, a menos que un euro en una cuenta bancaria española vuelva a tener el mismo valor presente que un euro en una cuenta bancaria alemana u holandesa. Para que eso ocurra, es necesario volver a reducir a cero la probabilidad de una desintegración de la Eurozona. 

2. Centralizar parte de la deuda de la Eurozona: Una unión monetaria precisa de una deuda común. No sólo porque eso reduce los costos del empréstito de países como España e Italia en un momento en que están abocados a la insolvencia, sino porque la mutualización de la deuda actúa como un amortiguador que previene el desarrollo de un efecto dominó  tras un pánico bancario. Una deuda común actúa como señal a los mercados de que la Eurozona no puede romperse. Nuestra propuesta de bonos emitidos por el BCE estaba concebida para suministrar un método sencillo de creación de esa deuda común, sin necesidad de cambiar los Tratados, sin necesidad de que Alemania tuviera que garantizar la deuda de otros Estados miembros y sin necesidad de preocuparse por los llamados problemas de azar moral. 

3. Convertir el ahorro ocioso en inversión rentable: No queremos que una nueva burbuja cree la demanda agregada que falta. Europa no puede repetir el grosero error de la era Thatcher, cuando las caídas de la demanda agregada debidas al desplome de la capacidad industrial y a los recortes del sector público fueron reemplazadas por una gigantesca demanda agregada generada por las burbujas gemelas del Big Bang de la City londinense y de la efervescencia del sector inmobiliario.  Lo que Europa necesita es hallar una vía para canalizar las existente montañas de efectivo ocioso (tanto  de las grandes empresas que están sacando fuera su dinero, como de los bancos que, ahora mismo, prefieren estacionar montañas de euros en el BCE a tasas de interés cero) hacia inversiones potencialmente rentables. Para hacer eso, lo que sugerimos es dinamizar el Banco Europeo de Inversión, en conjunción con el Fondo Europeo de Inversión y con el BCE apoyando.

¿Cómo ayudaría eso a economías deprimidas como la de Grecia o la de España? Pues asegurando que el flujo agregado de inversiones hacia esos países sea proporcional a la escasez de demanda agregada en los distintos Estados miembros. La distribución de esas inversiones dentro de un país, se dejaría a la decisión del BEI-FEI conforme a principios bancarios normales.

Determinadas economías de la Eurozona siguen deprimidas y con un nivel de demanda agregada que cae más a cada día que pasa. Su depresión incrementa la probabilidad de una desintegración de la Eurozona, mientras que el incremento de la probabilidad de una desintegración de la Eurozona contribuye a agravar la depresión. 
La depresión de la periferia no puede afrontarse con una gestión macroeconómica normal de la demanda agregada. A menos que se "fuerce" al euro a tener el mismo valor en toda la Eurozona, la depresión de la periferia irá a peor y la Eurozona perecerá. A menos que se ponga por obra cierta mutualización de la deuda sin necesidad de pedir a los contribuyentes alemanes que garanticen las deudas de otros. Lo último que necesita Europa es otra burbuja para restaurar la demanda agregada. Lo que necesitamos es erradicar, no sólo los síntomas de la crisis, sino también sus causas subyacentes. Necesitamos en una palabra, un New Deal inteligentemente diseñado para Europa, con el BEI a la cabeza. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

TRAMPOSOS BANQUEROS (Ignacio Ramonet-Resumen)

Los mercados financieros son los principales protagonistas del actual momento económico de Europa. El poder ha pasado de los políticos a los especuladores de Bolsa y a una cohorte de tramposos banqueros.
La decisión colectiva diaria de esos mercados puede ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos.

Estos nuevos "amos del mundo" no sienten ninguna preocupación por el bien común. La solidaridad no es un problema. Menos aún la preservación del Estado de Bienestar. Especuladores y banqueros llegan a comportarse como mafias, con una impunidad casi total.

Desde que, en 2008, estalló la crisis - en gran parte causada por ellos-, ninguna reforma seria ha conseguido reglamentar los mercados, ni meter vereda a los banqueros. Y a pesar de todas las críticas formuladas contra la "irracionalidad del sistema", el comportamiento de muchos actores financieros sigue siendo igual de cínico. 

Los bancos representan un papel clave en el sistema económico. Sus actividades tradicionales - estimular el ahorro, dar crédito a las familias, financiar las empresas, impulsar el comercio - son constructivas. Pero desde la generalización, en los años 1990-2000, del modelo del "banco universal", que añadió toda clase de actividades especulativas y de inversión, los riesgos para los ahorradores se han multiplicado así como los fraudes, los engaños y los escándalos. 

Recordemos, por ejemplo, uno de los más desvergonzados, protagonizado por el poderos banco de negocios estadounidense Goldman Sachs que hoy domina el universo financiero. En 2001,ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas para que Atenas cumpliese los requisitos y pudiese ingresar en el euro. Pero en menos de siete años, aquella fullería se descubrió y la realidad estalló. 
Consecuencia: "Casi un continente sumido en la crisis de la deuda; un país, Grecia, expoliado y de rodillas; recesión, despidos masivos, pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores; reestructuraciones y sacrificios de los beneficios sociales; planes de ajuste y miseria".

¿Qué sanciones recibieron los autores de tan nefasto engaño? Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs para Europa, al corriente por tanto del fraude, fue premiado con la presidencia del Banco Central Europeo, y Goldman Sachs cobró en recompensa, por el maquillaje de las cuentas, 600 millones de euros... Confirmando así un principio: en materia de grandes estafas organizadas por los bancos, la impunidad es la regla. 

Para ayudar al sistema bancario español, Mariano Rajoy solicitó a la Unión Europea un crédito de 100 000 millones de euros. Entretanto, los bancos españoles siguen favoreciendo la huida masiva de capitales... Se estima que, hasta septiembre pasado, 220 000 millones de euros se habían fugado oficialmente de España... Una suma más de dos veces superior al crédito solicitado a Europa para salvar el sistema bancario español...

Pero no terminan aquí los escándalos. Podríamos recordar que, estos últimos meses, los fraudes bancarios no han cesado, por ejemplo, el banco HSBC fue acusado de blaquear dinero de la droga y de los narcotraficantes mexicanos. El JP Morgan se lanzó a especulaciones desmedidas asumiendo inauditos riesgos que le acarrearon pérdidas de 7 500 millones de euros, arruinando a decenas de clientes.

Pero el escándalo que más está irritando, a la escala mundial, es el del Libor. ¿De qué se trata? La Asociación de Banqueros Británicos propone cada día un tipo interbancario llamado Libor. 
El cálculo de esa tasa lo realiza la agencia Reuters la cual, diariamente, pregunta a dieciséis grandes bancos a qué tipo de interés están obteniendo créditos. Y establece una media. Como es el tipo al que se prestan dinero los principales bancos entre ellos, el LIBOR se convierte en una referencia fundamental de todo el sistema financiero mundial. En particular, sirve para determinar, por ejemplo, los tipos de las hipotecas de las familias. En la zona euro, el equivalente del Libor se llama Euribor. En el mundo, el Libor influye sobre unos 350 billones de euro de créditos. Cualquier variación por pequeña que sea, de ese tipo, puede tener una incidencia colosal. 

¿En qué consiste el fraude? Varios bancos de los que sirve de referencia para establecer el Libor, se concertaron entre ellos y decidieron mentir sobre sus tipos, manipulando de ese modo el Libor y todos los contratos derivados, o sea los créditos a los hogares y a las empresas. Y eso durante años. 

Las investigaciones han demostrado que una decena de grandes bancos internacionales se organizaron para manipular el Libor.

Este enorme escándalo demuestra que la delincuencia se halla en el corazón mismo de las finanzas internacionales. Y que, probablemente millones de familias pagaron sus hipotecas a unas tasas indebidas. Muchas tuvieron que renunciar a sus viviendas. Otras fueron expulsadas de ellas por no poder pagar unos créditos artificialmente manipulados... Una ves más, las autoridades encargadas de velar por el buen funcionamiento de los mercados hicieron la vista gorda. Nadie ha sido sancionado, aparte de cuatro compinches. Todos los bancos implicados siguen haciendo negocios.

¿Hasta cuándo las democracias podrán soportar esa impunidad?. El presidente Franklin D. Roosevelt decidió proteger a los ciudadanos de os riesgos de la especulación. Sancionó a toda la banca imponiéndole el "Glass-Steagal Act" y estableciendo una imposibilidad entre dos tipos de actividades: los bancos depósito y los bancos de inversión. ¿Qué gobierno europeo de la zona euro tomará una decisión semejante?

LA BANCA COMO PROBLEMA Y LOS REFERÉNDUMS COMO PARTE DE LA SOLUCIÓN  (Resumen artículo Vicenç Navarro)

Es importante que a la ciudadanía se le informe (y los mayores medios de información no lo están haciendo) de que el poder del capital financiero y su excesiva influencia en el Consejo Europeo, en la Comisión Europea y en el Banco Central Europeo (BCE), así como en el Fondo Monetario Internacional (FMI) (lo que se conoce como la troika), está retrasando enormemente la recuperación económica. Tal poder está dictando las prioridades de la Unión Europea, en general, y de la Eurozona, en particular, en el desarrollo de políticas públicas destinadas a resolver la crisis enorme que sus países están sufriendo.

Frente a la enorme crisis que la Eurozona está sufriendo, con escaso, o incluso negativo crecimiento económico (que ha disparado el nivel de desempleo a niveles no conocidos antes en los últimos treinta años), tales autoridades pusieron como prioridad de su acción colectiva salvar a los bancos y al sistema bancario europeo. De ahí que se hicieran propuestas, todavía no aprobadas, de que hubiera un sistema bancario único, con un Banco Central que lo supervisara. Tal Banco Central será el Banco Central Europeo (BCE), que tendrá también la responsabilidad de proveer liquidez a los bancos en dificultades. En realidad, tal BCE ya ha proveído un billón de euros desde diciembre de 2011 a los bancos europeos. La mitad de esta cantidad ha ido a los bancos españoles e italianos. De ahí que los bancos europeos, incluyendo los españoles, no tengan –en contra de lo que se dice- falta de liquidez, es decir, de dinero. En realidad, los bancos europeos tienen mucho, mucho dinero. Lo que ocurre es que gran parte de este dinero lo tienen depositado, es decir, guardado en las arcas del propio BCE. Ahí está, guardado bajo llave, beneficiándose de la seguridad que ofrece el BCE y sus unidades satélites, los Bancos Centrales de cada país.  A la ciudadanía tendría que informársele (y los mayores medios de información tampoco lo están haciendo) de que el problema de la falta de crédito no es que los bancos no tengan dinero. Lo tienen. Están llenos de dinero. El problema es que no lo prestan, ni lo circulan. Está depositado o está invertido en actividades especulativas. 

Estas decisiones, sin embargo, tendrán poco impacto sobre la crisis. Y la evidencia de ello es robusta. EEUU tiene ya un Banco Central (el Federal Reserve Board –elFRB-) que está haciendo todo (y mucho más) lo que ahora las autoridades de la Eurozona están proponiendo que haga el BCE. El Federal Reserve Board en EEUU supervisa a los bancos en EEUU y les ayuda en caso de dificultades. Y ha dado préstamos a intereses bajísimos a los bancos, proveyéndoles mucho dinero. Es menos permisivo, sin embargo, que el BCE con los depósitos de los bancos. El FRB facilita la circulación del dinero, desincentivando que los bancos lo depositen en el FRB, como ahora los bancos europeos están haciendo en el BCE.
Pero, a pesar de que el sistema financiero estadounidense ya tiene un modus operandi semejante a las propuestas que se están ahora haciendo referente a la ayuda del Banco Central a los bancos supervisados por él, la economía estadounidense, aunque no tan estancada como la europea, tiene una tasa de crecimiento menor de lo esperado. Y ello a pesar de que los intereses bancarios son ya muy bajos, más bajos que los intereses bancarios europeos.
Lo que debería ser prioritario no es ayudar a los bancos privados (que hasta ahora no están proveyendo crédito, a pesar de tener mucho dinero), sino ayudar a los Estados y a las personas y empresas endeudadas. Un paso positivo sería que el BCE comprara deuda pública de sus Estados en el mercado primario y a largo plazo (diez años), tal como ya hace el FRB en EEUU, una intervención de gran importancia y que el BCE no hace.
Tal compra protegería la deuda pública de los Estados de la Eurozona (incluida España) de la especulación por parte de los mercados financieros. Los pasos que el BCE acaba de indicar que estaría dispuesto a hacer (comprar deuda pública a corto plazo, a un máximo de 3 años, y en el mercado secundario) son pasos insuficientes para salir de la recesión.
Pero además de insuficientes, las condiciones que el BCE pone para que se compren los bonos cortos es que se sigan las condiciones que impongan los talibanes neoliberales de la Comisión Europea y el FMI, los mismos personajes institucionales que acaban de imponer a Grecia medidas extremas, como que la semana laboral sea de seis días, además de más recortes, tanto de salarios como de gasto público. No hay duda de que estas últimas medidas acentuarán todavía más la recesión.
Lo que se requiere con gran urgencia para salir de la crisis es precisamente lo opuesto, es decir, que se desarrollen políticas públicas expansivas orientándolas a crear empleo y aumentar la demanda doméstica. El mayor problema económico (además de humano y social) en la Eurozona es el desempleo, realidad ignorada por las autoridades públicas de la Eurozona. El mayor crecimiento de EEUU se debe precisamente al estímulo expansivo que, aún siendo insuficiente para cubrir el enorme agujero creado por la explosión de la burbuja inmobiliaria de aquel país, ha facilitado un mayor crecimiento económico y mayor producción de empleo. Y precisamente este énfasis en políticas expansivas, de creación de empleo, es lo que se necesita (tal como está proponiendo la Federación Europea de Sindicatos), propuestas marginadas en las estructuras de poder de la Eurozona, consecuencia del excesivo dominio de la banca en la gobernanza de tal grupo de países.
Como si no fuera suficiente la enorme cantidad de ayuda pública que ha recibido el sistema financiero español, influida la banca, la tercera reforma financiera aprobada por el PP, con el apoyo de CiU, refuerza esta ayuda con el consiguiente argumento “de que tal ayuda dará confianza a los mercados financieros”, el argumento que se ha utilizado por ambas formaciones políticas para aprobar toda una serie de leyes que han beneficiado a los poderes financieros a costa de los intereses de las clases populares. En tal reforma no hay ninguna provisión directa que ayude a los usuarios de la banca endeudados hasta la médula ni a los medianos y pequeños empresarios, también profundamente endeudados. Una vez más, los nacionalistas conservadores y neoliberales a ambos lados del  Estado (los españoles y los catalanes) que argumentan enfrentarse en defensa de sus naciones, coinciden en la defensa de los intereses de clase, que la agitación de banderas intenta ocultar.
Como también está guardando un silencio ensordecedor sobre la enorme contradicción del Presidente Mas cuando pide, por una parte, que se respete la demanda popular de hacer un referéndum sobre la independencia de Cataluña, basado en un principio democrático, indicando que lo que diga el pueblo catalán debe hacerse, y por otra parte, llevar a cabo políticas totalmente opuestas a lo que prometió en su oferta electoral, tal como también ha estado haciendo el gobierno PP.
 Me parece bien (y así lo pedí antes de que CiU así lo pidiera) que el pueblo catalán pueda ejercer el derecho de autodeterminación. Pero me parece muy mal que los gobernantes hagan lo contrario a lo que prometieron, desoyendo al electorado que les eligió. Las críticas que se están haciendo al gobierno Rajoy por faltar a sus promesas aplican también al gobierno Mas. Sería interesante que el referéndum que se estaba pidiendo en España en las movilizaciones de Madrid también se pidiera en Cataluña: un referéndum que consultara al pueblo catalán si está o no de acuerdo en que se lleven a cabo tales recortes, recortes para los cuales no hay ningún mandato. Y podría añadirse en este referéndum si están también de acuerdo con los votos de CiU en las Cortes Españolas de apoyo a las políticas económicas y sociales del PP (que tampoco estaban en su programa electoral) y la reforma fiscal del PP (que tampoco estaba en su programa electoral), medidas todas ellas que afectarán negativamente a la calidad de vida y bienestar de las clases populares de Cataluña y de España.